La oscuridad se hizo plena en la Iglesia de San Martín. De ella, emanaba una luz resplandeciente que procedía de entre las velas que acompañaban en su soledad a María Santísima del Buen Fin. La luz de las velas iluminaba todo el templo y nos regalaba estampas típicas de "la Precuaresma". La Hermandad de la Sagrada Lanzada celebró, en la noche de ayer, el último día de Triduo a la Santísima Virgen del Buen Fin.
Fotos: Francisco Javier Bautista.
Redacción: Francisco Javier Bautista.
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